El mal aliento puede ser una señal de advertencia sobre el estado general de salud del animal. De hecho, es fundamental acudir al veterinario para descubrir cuál es la causa que provoca este problema.
Principales causas del mal aliento en los perros
Normalmente, la causa principal es el sarro, es decir, el endurecimiento de la capa bacteriana que se forma en los dientes. Si esto no se elimina, se acumula y se estratifica cada vez más, creando una verdadera colonia de microorganismos patógenos en el interior de la boca, lo que puede provocar, además del mal aliento, otras enfermedades graves.
Entre estas enfermedades se encuentran:
- Sinusitis maxilar
- Estomatitis
- Piorrea (retracción de las encías)
- Endocarditis (las bacterias en circulación pueden llegar al corazón, así como a los riñones, pulmones y el hígado).
Pero la consecuencia más debilitante es el dolor. Con el raspado dental, una operación que se realiza bajo anestesia general, se elimina mecánicamente el sarro con instrumentos similares a los que usan los dentistas "humanos".
Los mejores remedios contra el mal aliento en los perros
La solución proviene de la higiene bucal. A menudo, el mal aliento está asociado con la estomatitis, una de las enfermedades más comunes que afectan la cavidad bucal del perro. El sarro que se adhiere a los dientes, si permanece durante mucho tiempo, crea una condición favorable para la proliferación de bacterias, lo que provoca la inflamación de los tejidos blandos internos de la boca.
El raspado dental y la terapia farmacológica dirigida (con antibióticos o antiinflamatorios) pueden complementarse con remedios y productos naturales para aliviar la inflamación, proteger la salud bucal y ralentizar la formación de nueva placa. El veterinario puede explicar la gama de opciones disponibles en el mercado, que pueden aplicarse directamente en la boca o añadirse diariamente al agua para beber o a los alimentos.
Para la eliminación mecánica de la placa y el sarro, existen cepillos de dientes con pasta enzimática, palitos dentales, premios y suplementos alimenticios diseñados específicamente. Para reducir la carga bacteriana en la cavidad bucal y la presencia de placa después del raspado dental, existen soluciones orales para añadir al agua, geles y suplementos alimenticios para mezclar con la comida diaria.
¿Cómo cuidar la higiene bucal del perro?
Ya sea un cachorro o un perro mayor, cuidar su boca es importante para mantenerlo saludable. Se puede lograr con controles periódicos en el veterinario y una higiene bucal en casa, mejor si es diaria. Después de los 4 años de edad, el 70% de los perros sufren problemas bucales, la mayoría de los cuales son causados por una mala higiene bucal y, por lo tanto, por la acumulación de placa y sarro.
La placa, el sarro y el mal aliento ocupan el primer lugar en la lista de problemas de salud a los que se enfrentan nuestros perros y que pueden resolverse fácilmente con el raspado dental, después del cual el animal regresa a casa el mismo día. En casa, es posible mantener la higiene de la cavidad bucal cepillando los dientes regularmente, utilizando masticables para la eliminación mecánica de la placa y el sarro, y añadiendo una solución antiplaca al agua para beber.
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Una ayuda para la higiene bucal proviene del uso de alimentos secos para perros adultos con tecnología clínicamente probada para reducir la acumulación de placa y sarro; o juguetes para masticar que tienen una acción "cepilladora" en los dientes. Además, existen palitos dentales (mejor si son vegetales o con proteínas animales hidrolizadas para evitar desencadenar intolerancias alimentarias) y suplementos alimenticios que combaten de forma natural la placa y el sarro y mejoran el aliento de nuestro perro.
Es fundamental someter a nuestros amigos peludos a una revisión veterinaria de control antes de que aparezcan señales de mala salud bucal, como el mal aliento. Se recomienda el cuidado diario de la higiene bucal, considerando que la placa se forma en 24 horas, el sarro en 3 días y las encías pueden inflamarse en 2 semanas. Son pequeños cuidados que un buen propietario debe convertir en "hábitos" diarios para preservar la salud y el bienestar de su perro.
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