En las redes sociales abundan los videos y fotos de mascotas con sobrepeso: aunque los animales obesos a menudo nos parecen graciosos, es muy importante cuidar la alimentación de nuestros perros y gatos. Las mascotas con sobrepeso son más propensas a contraer algunas enfermedades (entre ellas, la osteoartritis y la diabetes felina) y, en general, tienen una esperanza de vida más corta que sus compañeros de raza. El problema es más común de lo que se cree: en Italia, en promedio, el 35 % de los gatos y perros tienen sobrepeso. ¿A qué se debe y cómo podemos prevenir la obesidad en los animales?
Cómo saber si tu mascota tiene sobrepeso
Aparte de algunos casos en los que la obesidad es evidente, no siempre es fácil determinar si nuestros perros y gatos necesitan una dieta. No se trata solo del peso, sino también de la condición corporal: nuestras mascotas pueden parecer pesadas, pero en realidad solo tienen una musculatura robusta. El veterinario puede ayudarnos a calcular el peso ideal de nuestros amigos de cuatro patas. Normalmente, si un animal supera entre un 10 y un 20 % su peso ideal, se considera que tiene sobrepeso. Si está por encima del 20 % de su peso ideal, nos enfrentamos a una situación de obesidad.
A qué se debe la obesidad en las mascotas
En los países industrializados, es común que las mascotas tengan sobrepeso. A menudo tendemos a darles bocadillos fuera de horario o demasiadas comidas al día. Además, a menudo no hacen suficiente ejercicio. La obesidad también puede deberse a muchos factores, como la esterilización, la edad y el sexo. También influyen las predisposiciones de raza y los factores genéticos (al igual que en los seres humanos). Finalmente, las mascotas pueden padecer enfermedades endocrinas o condiciones que limiten el ejercicio, lo que las hace más propensas a ganar peso. En general, los perros de raza tienen mayor tendencia a la obesidad (como el Golden Retriever o el Terranova), mientras que en los gatos es al contrario: los mestizos están en mayor riesgo. Por lo tanto, siempre es recomendable estar informado sobre la raza de la mascota o sobre posibles factores genéticos para saber qué tipo de alimentación ofrecerles.
Las patologías
Entre las patologías más comunes asociadas con la obesidad se encuentran las alteraciones metabólicas (que pueden poner en riesgo a nuestro perro/gato durante una anestesia o cirugía), pero también las endocrinopatías y las alteraciones funcionales (como una disminución del funcionamiento del sistema inmunológico). Finalmente, las mascotas con sobrepeso pueden desarrollar dermatopatías, neoplasias, pancreatitis, enfermedades del tracto urinario (en el caso de los gatos), problemas renales y enfermedades cardiovasculares.
Cómo prevenir y tratar la obesidad en las mascotas
Como siempre, una buena dosis de sentido común es más que necesaria. Tanto para los perros como para los gatos, es recomendable evitar los bocadillos fuera de las comidas y prestar mucha atención al ejercicio físico. En cualquier caso, la falta o el exceso de estas conductas pueden ser perjudiciales para nuestro perro/gato. Si nuestra mascota tiene sobrepeso, es preferible optar por alimentos dietéticos hipocalóricos (secos o húmedos). Generalmente, nuestras mascotas conocen bien sus necesidades nutricionales: por eso es conveniente darles muchas fibras para que se sientan saciadas y no coman en exceso. Para un plan dietético, siempre es mejor consultar a un experto, es decir, a un veterinario, ya que la dieta debe variar según las características de la mascota y, por supuesto, también según su edad.
Por qué es importante pesar la comida de nuestras mascotas
Una medida de prevención fundamental es, por supuesto, pesar la comida de los perros y gatos. Es correcto eliminar los bocadillos fuera de las comidas, pero durante las comidas, ¿cuánto deben comer nuestras mascotas? Existen reglas generales, pero es importante destacar que las necesidades de nuestros animales cambian según sus características. En el caso de los gatos, por ejemplo, se deben calcular 40 gramos por cada kilogramo de peso corporal si se trata de comida húmeda y/o casera. Si hablamos de comida seca, la regla es dividir por tres el resultado obtenido del cálculo de las dosis de comida húmeda para obtener la cantidad diaria a proporcionar al gato. Estas reglas cambian si estamos tratando con un cachorro o con un gato anciano: en estos casos, es mejor consultar a un veterinario y seguir las instrucciones de la comida que hemos comprado (existen alimentos tanto para cachorros como para gatos senior).
Mientras que los gatos son muy disciplinados con la comida (podemos dejar el tazón lleno y el gato sabrá cuándo necesita comer), en los perros la situación es completamente diferente. En general, para la comida húmeda, un perro adulto (de tamaño mediano) debe consumir 30-40 gramos por día por cada kilogramo de peso corporal. Para la comida seca, hablamos de 10 gramos por día por cada kilogramo. Sin embargo, dado que hay muchas variables involucradas, el consejo siempre es consultar a un veterinario.
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