En Italia, aproximadamente una de cada dos familias convive con una mascota, un vínculo que a menudo también acompaña el sueño. Son muchos los propietarios de perros y gatos que están acostumbrados a su presencia durante la noche. Sin embargo, esta costumbre no siempre está exenta de riesgos. Los estudios científicos sobre el tema son recientes y aún controvertidos; sin embargo, es posible aprender a gestionar la relación con las mascotas de forma consciente y respetuosa. Solo hace falta seguir las normas de higiene adecuadas y conocer los pros y contras de cada elección, incluso cuando se trata de los más pequeños.
Doctor, desde que permití que mi perro durmiera cerca de mí, me despierto más tranquila. ¿Es solo una impresión mía?
El sueño es muy importante y cada uno de nosotros ha desarrollado una rutina personal para dormir mejor. La presencia de una mascota, como un perro o un gato, tiene efectos positivos para muchas personas. Se trata principalmente de un impacto psicológico, como demuestran varios estudios: 69 investigaciones sobre este tema fueron analizadas en una revisión muy citada por la prensa general.
Según los autores de la revisión, la interacción humano-animal estimula la producción de oxitocina, una hormona que mejora el estado de ánimo y puede ayudar a reducir el estrés y el dolor. Como saben los dueños de perros y gatos, acariciarlos y mimarlos proporciona una sensación inmediata de bienestar. Sostener estas emociones positivas gracias a la convivencia con una mascota es, sin duda, una buena práctica. Este estudio también considera los impactos en la salud física, un aspecto del cual ya nos hemos ocupado en la sección "¿Tener un perro prolonga la vida?"
Debemos recordar, sin embargo, que la interacción humano-animal es un campo de investigación científica relativamente nuevo y los estudios suelen basarse en evidencias anecdóticas con afirmaciones derivadas de encuestas y referencias subjetivas. No todas las conclusiones están alineadas; surgen pruebas contradictorias sobre los efectos en el bienestar físico y psicológico.
Entonces, ¿dormir con mascotas también presenta efectos negativos?
Según un estudio muy reciente centrado precisamente en el estrés y el bienestar psicológico, sí. Los 1,500 participantes en el estudio convivían principalmente con perros y gatos, aunque también había dueños de otros animales pequeños (peces, aves, reptiles, roedores). Antes de la experiencia de compartir la cama, el 93% de los participantes estaba convencido de que podría obtener un efecto positivo (o neutro) en la calidad del sueño. Sin embargo, se descubrió que compartir la habitación o la cama con animales provocaba un sueño más deficiente y, en algunos casos, la aparición o empeoramiento del insomnio.
El sueño se vio perturbado por el ruido, los movimientos y el calor —los perros y gatos, de hecho, tienen una temperatura superior a la de los humanos. Estos resultados afectaron principalmente a los dueños de perros, mientras que la presencia del gato resultó ser mucho menos invasiva. Una explicación radica en la naturaleza y los diferentes ritmos de sueño de los principales animales domésticos: no están alineados con los patrones de sueño de los humanos, y es muy difícil encontrar un punto de encuentro. Por lo tanto, es necesario aprender a gestionar la relación con las mascotas, especialmente cuando se involucra un factor fundamental para la salud, como el sueño.
Doctor, ¿qué se debe saber para proteger nuestra salud?
Sin miedo, es bueno conocer los riesgos para prevenir situaciones peligrosas. Además de los trastornos del sueño que ya hemos mencionado (movimientos, ruidos, así como mordeduras y arañazos), es necesario considerar ciertos riesgos para la salud. Por ejemplo, pueden desarrollarse o agravarse alergias y formas de asma, como se menciona en la sección "¿Se puede curar la alergia a los gatos?"
A pesar de todas las precauciones higiénicas que tomamos al sacar a pasear al perro, es posible entrar en contacto con parásitos como pulgas y garrapatas, peligrosos tanto para el animal como para el humano. Finalmente, no deben pasarse por alto los riesgos de zoonosis, es decir, enfermedades causadas por gérmenes y virus contraídos por los animales y transmitidos al ser humano.
¿Las mascotas pueden dormir junto a los niños?
Crecer con una mascota es un enriquecimiento para los pequeños y no presenta riesgos distintos a los de los adultos. Por supuesto, los padres deben vigilar atentamente la interacción entre los niños y mascotas de pequeño tamaño, como perros y gatos. Por lo tanto, no hay contraindicaciones para la presencia de la mascota en la habitación de los niños, siempre que se respete la higiene, lo cual también aplica a los recién nacidos.
Entonces, ¿cómo podemos prepararnos para una buena noche con perros y gatos?
En primer lugar, mantener una buena higiene de las mascotas, especialmente después de las salidas, asegurándose de que no hayan estado en contacto con objetos sucios, excrementos u otros animales. También es importante mantener la higiene del hogar: cambiar las sábanas con frecuencia, desinfectar los colchones y almohadas periódicamente, y eliminar el pelo de las superficies con una aspiradora equipada con un filtro específico. Para una convivencia armoniosa, es importante acostumbrar a perros y gatos a seguir nuestra rutina nocturna con respeto y responsabilidad.
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