La fiebre en los perros es una condición que requiere atención inmediata por parte de los propietarios. No es suficiente tocar la nariz del perro para detectar fiebre, ya que esta práctica no es suficientemente precisa. Además, existen varios otros síntomas y señales de alerta que indican la presencia de fiebre en nuestro amigo de cuatro patas.
Síntomas más comunes de un perro con fiebre
Los perros pueden manifestar su malestar de diferentes maneras. Además de tener la nariz caliente y seca, la temperatura corporal elevada también se puede detectar en presencia de:
- Respiración dificultosa
- Disminución de la energía
- Ojos rojos
- Temblores o convulsiones
- Apatía y letargo
- Pérdida de apetito
- Aumento de la sed o falta total de sed
- Tos y vómitos
Hipertermia: ¿cuáles son las principales causas?
Existen numerosas razones por las que un dueño puede enfrentarse a un perro con fiebre: desde infecciones bacterianas, fúngicas o virales hasta posibles reacciones a vacunas, intoxicaciones por sustancias tóxicas para los perros y la presencia de parásitos como garrapatas o pulgas, o cambios repentinos de temperatura al pasar de un ambiente a otro. Una vez que se identifica la causa subyacente de la fiebre, el veterinario tratará a Fido de la manera más adecuada.
¿Cuánto dura la fiebre y cómo medirla correctamente?
La duración de la fiebre en un perro depende tanto de la causa como de la eficacia del tratamiento. Si dura solo unos pocos días, generalmente no hay motivo de preocupación; sin embargo, si después de 15 días de tratamiento no hay resultados y nuestro amigo de cuatro patas sigue enfermo, entonces es recomendable optar por una evaluación más profunda.
Pero, ¿cómo se mide correctamente la fiebre en un perro? La temperatura normal de un perro adulto varía entre 37,5°C y 39°C. Un termómetro digital es adecuado para medir la temperatura rectal del animal, lubricando la punta con vaselina o jabón e insertándola suavemente en el recto del animal.
Remedios para la fiebre
Si la temperatura supera los 39°C, es importante proporcionar a nuestro amigo peludo los cuidados adecuados, como aliviar el malestar aplicando agua fría en las orejas y patas para bajar la fiebre. También es fundamental mantener al perro hidratado, ofreciéndole agua fresca para beber y proporcionándole alimentos ricos en calorías.
Se deben evitar los medicamentos de uso humano sin receta veterinaria, ya que pueden ser perjudiciales para el perro En caso de fiebre persistente y síntomas graves, consulte inmediatamente a un veterinario para una evaluación completa y un tratamiento adecuado, asegurando una pronta recuperación y el retorno a la felicidad de nuestro fiel compañero.
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