Los cambios específicos en los patrones dietéticos podrían ser útiles para modular el microbiota intestinal en diversas enfermedades de los perros.
El microbiota intestinal influye considerablemente en la salud del organismo, ya que participa en numerosas vías metabólicas e interactúa, de manera directa e indirecta, con los órganos y sistemas. De hecho, cuando las poblaciones de microorganismos están en equilibrio, el microbiota aporta numerosos beneficios al huésped. En los humanos, se ha demostrado que incluso los cambios dietéticos de corta duración (1-3 días), como pasar de una dieta "sólo carne" a una dieta "sólo vegetales", pueden modificar el equilibrio del microbiota intestinal.
Se han realizado estudios similares en perros, en particular para evaluar el efecto del consumo de fibra dietética. Los resultados dependieron en gran medida del tipo y la cantidad de fibra utilizada, del tipo de alimentación anterior del animal, de la duración del tratamiento, del estado de salud del animal y del diseño del estudio.
Disbiosis del microbiota intestinal en perros
Tanto en los humanos como en los perros, la disbiosis intestinal causa inflamación crónica, que en los perros a menudo se trata con dietas hidrolizadas, que aportan cambios beneficiosos al microbiota. Estas dietas se caracterizan por contener proteínas y péptidos de bajo peso molecular para evitar la activación del sistema inmunológico intestinal.
Investigadores de la Universidad de Melbourne realizaron un estudio cruzado para observar los efectos de tres tipos diferentes de dietas en el microbiota de perros sanos: una dieta alta en proteínas "sólo carne", una dieta rica en fibras insolubles y una dieta a base de proteínas hidrolizadas.
El estudio: dieta alta en proteínas vs. dieta rica en fibras
Los perros se dividieron en dos grupos, ambos siguiendo una dieta alta en proteínas al inicio y durante el período de lavado. En la fase 1, un grupo consumió primero la dieta hidrolizada y luego la dieta alta en fibras, mientras que el otro grupo siguió el orden opuesto.
Los resultados, publicados en Animal Microbiome en 2021, indicaron que Firmicutes, Bacteroidetes y Fusobacteria fueron los filos más abundantes. Las dietas altas en proteínas aumentaron Fusobacteria y Bacteroidetes, mientras que la dieta rica en fibras insolubles aumentó Firmicutes y Actinobacteria. Los porcentajes de microorganismos específicos fueron los siguientes:
- Firmicutes: 44% (dieta alta en proteínas), 62% (dieta rica en fibras), 55% (dieta hidrolizada)
- Bacteroidetes: 14% (dieta alta en proteínas), 16% (dieta rica en fibras y dieta hidrolizada)
- Fusobacteria: 24% (dieta alta en proteínas), 8% (dieta rica en fibras), 17% (dieta hidrolizada)
La composición basal del microbiota tuvo el mayor impacto en los cambios inducidos por la dieta.
Esta investigación observó que los tres tratamientos dietéticos tuvieron un impacto sustancial en la composición de las comunidades fecales de los perros, con resultados que dependieron en gran medida de la composición inicial del microbiota. Se necesitan más estudios para comprender mejor las relaciones entre dieta, microbioma y huésped, lo que permitirá implementar intervenciones dietéticas dirigidas para aliviar las enfermedades asociadas con la disbiosis y la inflamación intestinal.
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